La compañía de Elon Musk SpaceX lanzó este miércoles el cohete Falcon 9, que completó su misión con total satisfacción y ya se encuentra en órbita alrededor de nuestro planeta. Este cohete cuenta con una medida de unos 70 metros de largo y pesa más de media tonelada.
Finalmente se consiguió que la misión avanzara ya que estaba previsto que se iniciara el martes pasado. Esta labor se llevó a cabo en el lugar donde se realizan la gran mayoría de misiones espaciales en el mundo, en Cabo Cañaveral.
Estas misiones realizadas por SpaceX quieren demostrar que los cohetes se pueden volver a usar en sus primeros periodos. Para volar el Falcon 9 se ha utilizado un núcleo de cohete que recibe el nombre de B1060 que ya había sido eyectados anteriormente al espacio hasta siete veces. Cada vez que se realiza un nuevo despegue, esto supone para SpaceX un gasto de dinero de millones de dólares.
Un desgaste prolongado
La ocasión inicial en la que este dispositivo voló fue para una misión que se hizo en colaboración con Estados Unidos y sus Fuerzas Espaciales donde se usaba un satélite. El despegue del Falcon 9 provoca que esta sea la octava vez en un año que este núcleo de cohete se utiliza.
Si se hacen cuentas la frecuencia con la que se ha usado este cohete es una locura, pero aun así sigue prestando total servicio y está en pleno funcionamiento. Ninguna otra aeronave de SpaceX o de cualquier otra compañía espacial ha hecho esto antes en la historia. Las naves espaciales que usa la NASA como máximo eran utilizadas una segunda vez en un mismo año, y entre un vuelo y otro necesitaban trabajos de renovación completos.
Elon Musk aseguró que gracias al Falcon 9 han podido aprender mucho de otras operaciones de relanzamientos de núcleos de cohetes, lo que ha permitido que su empresa no necesite tanto tiempo entre vuelo y vuelo para trabajar en las aeronaves.
SpaceX no tardará en cambiarlo
La misión del pasado miércoles ha dejado unas estampadas espectaculares, tanto del proceso de despegue como del de aterrizaje. Esta misión llevaba consigo casi 100 satélites pero había poca carga util en la aeronave, por lo que se hizo imposible que el propulsor pudiera volver a un sitio cercano al lugar de donde despegó.
Una imagen vale más que mil palabras, y es más que evidente que el excesivo uso de este transportador para este tipo de misiones de SpaceX está provocando un claro desgaste. No hay dudas de que la compañía de Elon Musk no tardará en cambiar de transportador para continuar así con sus misiones en el exterior de nuestro planeta.
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