En las últimas horas el módulo ruso Nauka se ha acoplado a la Estación Espacial Internacional. Un esperado módulo que, entre otras cosas, ha montado el nuevo brazo robótico para la estación. También ha dado problemas inesperados. Horas después de acoplarse ha encendido sus propulsores y ha quemado todo el combustible que tenía. Provocando así que toda la estación modifique su ruta.
El modulo llegó a la Estación Espacial Internacional y realizó el acople con éxito a las 15:29 de este jueves en horario español. Una vez realizado el acoplamiento los astronautas comenzaron a realizar las tareas de integración. Esto incluye por ejemplo sincronizar los ordenadores entre la estación y el módulo o comprobar que no hay fugas.
Tres horas más tarde, a las 18:45, llegaron las sorpresas. De repente el módulo Nauka activó por si sólo los propulsores y comenzó a quemar combustible. Esto provocó que la estación modificase su inclinación un total de 45 grados, provocando así que se perdiese el control por parte de los astronautas. Todavía se desconoce por qué esto ha ocurrido, aunque podría estar relacionado con la sincronización de los ordenadores.
Los controladores de vuelo dispararon posteriormente los propulsores opuestos para recuperar la ruta y orientación original de la estación. La maniobra ha dejado de nuevo la Estación Espacial Internacional en su lugar y en control. Según la NASA, la tripulación está a salvo y no se han producido daños graves.
Ahora falta investigar si realmente no se ha producido ningún daño y qué ha provocado este incidente. Pero, ¿puede ocurrir de nuevo? En realidad no. Según Anatoly Zak, responsable de Russian Space Web, el módulo Nauka ha quemado todo su combustible, por lo que aunque encienda de nuevo los propulsores no va a haber nada más que quemar.
Sorpresas en la ISS
La Estación Espacial Internacional, a lo largo de sus años, ha dado alguna que otra sorpresa y dolores de cabeza. Dos casos recientes son los de las fugas de aire. Los ingenieros encontraron fugas de aire que provocaron la pérdida de oxígeno y cambio de presión en la estación. Ocurrió en 2018 y ocurrió de nuevo en 2020.
Más sorprendente es cuándo de repente los dos inodoros de la estación se averiaron.. Estos sustos y los continuos problemas de mantenimiento son el argumento de Rusia para tantear abandonar la estación en 2024.
Vía | Insider
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