Sea un ventilador de techo, situado en una mesa, a los pies de la cama… El ventilador refresca a nivel local a la vez que emite un sonido continuo que relaja a algunas personas. Pero ambas cosas pueden ser negativas por mucho placer que parezcan dar.

Aunque hayas sentido alguno de los males que se pueden sufrir al dormir con el ventilador, hay otros que seguro que no conoces. Vamos a explicártelos.

Problemas de dormir con el ventilador encendido

El problema más común es que las alergias se ven fortalecidas a la hora de despertar si el ventilador está enfocado a la cara. Esa ola de aire elimina las resistencias a las alergias cuando se recibe de forma continua en las fosas nasales.

Pero un problema mayor es el llamado Efecto de SecadoAlgunas personas se despiertan más cansadas que si el calor no les hubiese dejado dormir. Con una sensación similar a la resaca pero, además, con los ojos especialmente secos o problemas respiratorios. 

Otro de los principales problemas si se tienen alergias y no se está en un espacio muy limpio es que se removerán las partículas de polvo y bacterias de la habitación. Además, en caso de que haya una ventana, puede impulsar cualquier elemento externo hacia donde esté enfocado el ventilador… En definitiva, hacia la persona que duerme.

El ruido, aparentemente relajante, impide que el sueño no sea todo lo profundo que debiera y, aunque se duerma, se duerme peor.

Por último, está el problema del gasto energético que produce tener el ventilador encendido, aunque al menos ahora la noche es la franja más barata. Además de agravar la crisis ecológica, también puede empeorar la situación económica. Al igual que el aire acondicionado, un dispositivo que está encendido toda la noche tiene un alto coste energético.